sábado, 13 de mayo de 2017

La verdad de Galván






¡Qué gran torero es David Galván, pero qué mala suerte tiene! Sale casi a cogida por corrida. Con lo joven que es ya ha pagado con mucha sangre y mucho sufrimiento el precio que tienen que pagar los toreros. Los toros le han cogido muchas veces y le han dado muy fuerte. Por otra parte, en los sorteos tampoco es muy afortunado. Yo le veo bastante y es raro que le salga un buen toro para poder expresar su toreo de gran calidad.
Este año sólo tenía una en San Isidro y su primero fue un "regalito" que se merecía entregarlo a las mulillas cuanto antes, pero él quiso ponerse de verdad y lo mandó a la enfermería. Algunos toman como algo negativo que lo cojan tanto; suelen decir, "el toreo es cosa de listos".
Ciertamente el toreo es cosa de inteligentes, diría yo, mejor que de listos, o para ser más exactos, de inteligentes y de listos, y David es la dos cosas, pero también es la verdad y la honradez personificadas. Todo lo que hace tiene muchísima verdad, se pone en un sitio donde los toros no tienen más remedio que embestir, pero donde también cogen con frecuencia. Eso lo sabe él mejor que todos nosotros, y cuando pisa ese terreno sabe que puede venir la cornada y lo acepta, antes que defraudar a los aficionados, a los que han pagado por verle. Tiene un concepto de la vida y del toreo tan puros, tan sinceros que conozco a muy pocos hombres tan íntegros, tan cabales, tan de verdad como David.
Manolete, tal vez el torero más honrado, o de los mas honrados, que han existido decía: "Está por ver la primera vez que yo haya hecho el ademán, el feo, de demostrarle al público que un toro me da jindama y que desisto de dominarlo accediendo a las argucias a la hora de matar… Si la muerte me llega nunca me cogerá en ese momento feo de la cobardía”. Y continuaba: "Si la muerte me llega que sea en una tarde de éxito".
Pues yo conozco a David Galván y sé que piensa exactamente igual, que prefiere la cornada a que los públicos en general, y los aficionados, salgan decepcionados de la plaza porque él no haya dado todo lo humanamente posible.
Todos los toreros que se han puesto en el sitio que se pone Galván, que han hecho o hacen las cosas con tanta verdad han pagado con mucha sangre. Recuérdese a José Tomás en sus primeros años (se decía que la gente iba a la plaza a ver cómo le cogía el toro), o al Roca Rey actual. También dicen que le cogen mucho los toros, y es verdad, pero por eso se ha puesto en figura en solo un año o poco más, porque pisa terrenos que otros no son capaces de pisar, porque les hace a los toros la cosas que otros no pueden.

Pienso que los empresarios deberían tener a David Galván mucho más en cuenta de lo que le tienen, darle más carteles, en los que, de una vez, pueda expresarse y mostrarnos su pura y profunda tauromaquia. Creo sinceramente que se lo ha ganado con creces en la plaza.
¡Ánimo torerazo, siempre adelante con tu verdad, con tu toreo! ¡Esperamos que pronto vuelvas a los ruedos y a triunfar como te mereces!

Por Rafael Comino

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